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Pbro. Edgar Sánchez Sánchez

¡Sí quiero: sana!


La realidad de la enfermedad física de las personas en  los tiempos de Jesús era una situación totalmente deprimente, pero sobre todo los leprosos. La Ley judía ordenaba expulsar de la comunidad al leproso y así no podía convivir ni con la familia ni con la comunidad. Los leprosos eran personas marginadas. Cuando el enfermo de lepra necesitaba algo debía pedirlo a gritos y de lejos.


Para brindarse ayuda los mismos leprosos se juntaban y de esta forma nacieron las famosas leproserías. En este caso, laintención del evangelista no es recordar el hecho de una curación, sino brindarnos la posibilidad de una aproximación más profunda de Jesús, sus acciones estuvieron motivadas por una entrañable sensibilidad y cargadas de significación humana, social y religiosa. Y lo vemos superando las barreras de orden ritual, humano, legales y sociales, tiene la valentía de extender su mano y tocar aquel intocable.


La actitud nuestra pude ser la misma del leproso quesuplicó humildemente a Jesús que lo curara, nosotros siempre le debemos pedir con humildad que nos cure, que nos sane, que nos perdone, la respuesta será siempre: Sí quiero: sana. Jesús se compadeció de él. Esa misma compasión y misericordia siente con cada uno de nosotros.Teniendo en cuenta lo anterior ¿cómo podemos aplicarlas a nuestra vida diaria? ¿Quiénes son los nuevos leprosos en nuestra sociedad? ¿Cuál es nuestra actitud hacia ellos?

 

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