Somos un manantial, un pozo inagotable
En el proceso de discernimiento, que es una herramienta para tomar decisiones, el sujeto será de vital importancia. Es muy válido repetir que buscamos descubrir y hacer la voluntad de Dios en nuestras vidas; por lo cual es necesario darnos cuenta que: “el sujeto”, o sea nosotros; tú y yo, estamos conformados de luces y sombras: somos un manantial, un pozo inagotable con cualidades y defectos; sólo así podemos gozarnos con esta riqueza personal para compartirla con los demás. Por eso es importante conocer cuál es nuestra riqueza.
Será muy importante para un discernimiento conocernos a nosotros mismos para reconocer las motivaciones internas de cómo respondemos en nuestra vida a retos y situaciones diversas que requieren nuestra participación. En la sociedad en que nos desenvolvemos la cultura a la que pertenecemos nos ha dado lineamientos a seguir y en ocasiones olvidamos mirar nuestro interior y actuamos sin pensar ni analizar nuestras respuestas.
Me gustaría recordar uno de los Encuentros con Cristo para ilustrar brevemente sobre nuestras luces y sombras , el encuentro es denominado Semillas, en este retiro en especial se muestra cómo en cada corazón que es comparado con un campo existen semillas buenas y semillas malas y cómo ambas se desarrollan con fuerza y se descubre que sus vidas serán diferentes si en su corazón dominan unas u otras; si dominan las semillas buenas se va asemejando a Dios y se van haciendo verdaderamente humanos, en cambio si dominan las semillas malas se van haciendo antihumanos y se alejan de Dios , el objetivo se logra a través de la presentación de anti hombres específicos y sus contrarios, mismos que ayudarán a comprender y a rechazar lo que no viene de Dios y motivar a hacer crecer aquello que nos acerca a Dios.
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