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Foto del escritorLuis Ariel Lainez Ochoa

Poco ortodoxa: un dios difícil de complacer


La contingencia sanitaria a causa del COVID-19 nos ha obligado de una u otra forma a pasar más tiempo en nuestros hogares, ante el “encierro” una de las opciones de entretenimiento han sido las películas y series que ofrecen varias plataformas digitales. Sin embargo, ante innumerables posibilidades ejercemos pocas veces un sano discernimiento sobre lo que vemos, solo queremos matar el tiempo. En las siguientes líneas se ofrece una opción interesante, sin el afán de spoilear se delinea un poco la miniserie de Netflix estrenada el año pasado que lleva por nombre Poco Ortodoxa (Unorthodox). Dicha serie es una alternativa que posee tópicos cruciales y sumamente interesantes, miradas alternas e interpretaciones desde varias perspectivas, un contenido valioso entre tantos contenidos líquidos.


Lo primero que la hace interesante es su inspiración: basada en hechos reales narrados en el libro autobiográfico de Debora Feldman titulado The Scandalous Rejection of my Hasidic Roots; nos cuenta la historia de Esty Shapiro, mujer que ha crecido en una comunidad judía ultra ortodoxa ubicada en Williamsburg, New York y que toma la decisión de abandonar dicha comunidad para encontrarse a sí misma y su lugar en el mundo.


Destaca también por presentarnos una realidad poco conocida como son las comunidades judías radicales, que en nuestro siglo siguen conservando sus tradiciones milenarias y un modo de vida muy peculiar e inclusive contrastante con el mundo occidental. La producción nos muestra a esta comunidad de minorías con un gran respeto, como espectadores podemos no estar de acuerdo, pero no se enjuicia, ni se hace mofa, ni se escandaliza. Grande lección.


Un rasgo característico que permea toda la miniserie de manera esencial y uniforme es la memoria histórica de dicha comunidad. Esta se nos aparece como un criterio primordial en la manera de vivir y de manifestarse a los demás, el Holocausto judío perpetrado en el siglo anterior sigue siendo determinante en el dinamismo de vida de los judíos de Williamsburg.

Esty no rechaza ni aborrece a su comunidad, sencillamente no comprende del todo el porqué de muchas cosas. Por ello emprende su propio camino. Aunque dicha serie también ha sido marcada como una filmación que promueve la liberación femenina tan en boga hoy día; habría que enfatizar que Esty no se avergüenza de sus orígenes, no rechaza su identidad; simplemente corre el riesgo de ver la vida con otro enfoque, de responder a preguntas que el hermetismo de su comunidad no le permitía responderlas, de comprobar que Dios no es tan exigente ni difícil de complacer para muchos otros. Que hay muchos modos de vivir la vida.


En cuatro capítulos vamos a encontrar situaciones que en determinados momentos de nuestra vida todos hemos pasado: confusión, duda, hastío, miedo a lo desconocido, deseos de experimentar cosas nuevas, oportunidades, amigos, reencuentros familiares, etc. Sin duda Poco Ortodoxa viene también a nosotros para preguntarnos sobre nuestras raíces y creencias, sobre su vigencia y su importancia en nuestra vida.

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