Orar hasta "cansar" a Dios
En el evangelio de hoy, Jesús nos invita a orar sin desfallecer. Viene a mi mente una conversación que sostuve hace tiempo con un sacerdote en la cual, él me refería las características básicas que deben acompañar a la genuina oración que dirigimos a Dios. Decía: recuerda las tres «c» consciente, constante y confiada.
Consciente: Para enseñarles a orar a sus discípulos, el Señor esperó que ellos mismos se lo pidieran, sienten la necesidad de hablar al Padre de otra forma; son conscientes que la oración les hace falta.
Constante: Si Dios no abre de inmediato, no es porque le guste hacernos esperar, es porque se requiere cierta calidad, cierto tono de oración. La oración, nos dice un contemplativo de nuestro tiempo, M.D. Molinié, «es el gemido del Espíritu Santo en nosotros -como lo dice San Pablo- pero la repetición es necesaria para que este gemido se haga un camino en nuestro corazón de piedra, lo mismo como la gotera desgasta las rocas más duras. Con perseverancia, podemos esperar que nuestra oración se armonice perfectamente con el deseo de Dios».
Confiada: En la oración, Dios nos dará una visión más clara de su voluntad y al mismo tiempo, nos proveerá del ánimo para cumplirla; en otras palabras, la oración alinea mi voluntad con la del Padre Dios. -Hágase tu voluntad-
El Papa Benedicto XVI, en una de sus muchas alocuciones de los miércoles, nos invitaba a «ser testigos de oración constante y confiada, teniendo como modelo a Cristo, cuya oración atraviesa toda su vida, como un canal secreto que riega toda su existencia, relaciones y gestos y lo guía, con progresiva firmeza a la entrega total de sí mismo, según el proyecto de amor de su Padre». En Jesús nos damos cuenta de que su vida era una oración y él oraba la propia vida.
Volvemos a la invitación del evangelio, de orar, de abrir un canal de comunicación con Dios, desde el corazón y nos preguntamos: ¿Cómo es mi oración hoy, es decir mi comunicación abierta con Dios? ¿Qué tiempo estoy dedicando a ello? ¿Es un tiempo de calidad? ¿Qué necesito darme cuenta o poner de mi parte para que mi comunicación con el Señor sea más fecunda y produzca los frutos deseados? ¿Me doy cuenta de que la oración significa abrirme a una relación íntima con el Señor? ¿Qué le quiero decir al Señor?
Comments