Maestro mío, ¡que vea!
Un camino formativo
El evangelio de este domingo nos muestra la fragilidad de los apóstoles y el arduo camino de formación que el Señor tuvo que recorrer para conducir a sus discípulos al reino de Dios. El camino hacia Jerusalén está sirviendo de escuela para los discípulos. Aunque Jesús no es considerado un maestro peripatético. Él les ha anunciado por tres veces su pasión y resurrección, les ha enseñado que el seguimiento implica dar la vida, ponerse en el último lugar, optar por el servicio... Pero ellos no han entendido la enseñanza de Jesús, parecen estar ciegos y persiguen lo contrario de lo que el Señor les propone. ¿Recuerdas el evangelio del domingo pasado? ¿Podríamos decir que los hijos del Zebedeo estaban ciegos? ¿Por qué?
Jesús quiere escuchar de sus labios su deseo más profundo
Jesús se detiene, manda llamar al ciego, le dedica tiempo de calidad. Bartimeo avienta su manto (todo aquello que le estorba) y, superando los obstáculos de su ceguera, salta y llega hasta Jesús, que ve bien que ese hombre es ciego, pero quiere escuchar de sus propios labios la necesidad más apremiante y el deseo más profundo de su vida. Y se cruza un diálogo breve, pero profundo:
- "¿Qué quieres que te haga?".
"Rabbuní, ¡que vea!".
- "¡Vete, tu fe te ha salvado!".
Rabbuní ("Maestro mío"), un título más solemne que el simple Rabbí, es empleado con frecuencia para dirigirse a Dios (Jn 20,16). "¡Que yo vea!": lo que más ambiciona ese hombre es la luz de sus ojos. Bartimeo no sabe recitar oraciones escritas por otros, únicamente sabe gritar y pedir compasión del Señor, y Jesús le concede al instante la vista.
Y le seguía por el camino
En sus comienzos al cristianismo se le conocía como el “Camino” (Hch 18, 25-26). El evangelista sitúa en un inicio a Bartimeo en la orilla del camino (Mc 10,47). Una vez recobrada la vista los coloca en el Camino del seguimiento del Señor. Podemos observar claramente la semejanza entre el ciego y los discípulos. El mendigo está "sentado junto al camino": su falta de visión le imposibilita seguir al Maestro "por el camino" Los discípulos siguen físicamente a Jesús, pero en realidad no entienden, no están "en el camino", sino al borde como aquel mendigo, necesitan ayuda. ¿Será que la ceguera es una enfermedad endémica que nos sigue afectando a todos los bautizados?
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