Jesús no se detiene

Jesús ha sembrado la semilla de su Palabra en nosotros, Él la hace crecer, hace que se desarrolle, que dé frutos en nosotros. En este día ¿cómo te encuentras? ¿Cómo está tu tierra? ¿Cómo está tu corazón ante la Palabra de Dios que recibes este domingo?

Puede ser que nos encontremos con desánimo cuando escuchamos el Evangelio, en algunas ocasiones tenemos poca disposición para recibir su enseñanza, pero qué descanso provoca el saber que es Dios quien hace crecer la semilla sembrada al escuchar su Palabra. Que a pesar de que nosotros nos encontremos dormidos o despiertos, Él sigue obrando dentro de nosotros.

Es importante no desesperar, ¿te sucede que hay días que quisieras ver los frutos de la vida de fe inmediatamente?, ¿te pasa que llevas mucho tiempo en la Iglesia, pero sientes que en ti nada cambia? En cada persona Dios obra de maneras que no entendemos, que no son esquematizadas, es decir que Él obra personalmente en cada uno conforme a su plan, conociendo nuestra historia, nuestra personalidad, nuestras debilidades.

Jesús no detiene su obra, tal vez en alguna tierra la semilla tarda más en sacar raíces profundas, en otras es más rápido, en otras el tallo sale de inmediato, y para otras crece en periodos más prolongados. Pero la obra nunca se detiene.

La siguiente vez que sientas esta desesperanza por no ver frutos, piensa en que Dios está actuando y hablará a tu corazón para hacerte ver todo lo que ha realizado en ti.

Te invito a que hoy leas el Evangelio y puedas preguntarte: ¿Cómo has visto crecer el reino de Dios en tu vida?

Si así lo deseas puedes compartirnos en los comentarios aquello que Dios te haya regalado, ¡reflexionemos juntos!