Guía para aprender a discernir

El discernimiento ha estado presente en nuestras vidas, aun sin tener plena y total consciencia de la importancia que conlleva esta herramienta espiritual. La propia hisotria nos señala que hemos tomado variadas decisiones a lo largo de los años, en el ambiente en que crecimos y donde nos hemos desarrollado, condicionados por nuestro entorno, cultura, educación, experiencias oportunidades y más.

Dicho lo anterior, este momento podría ser una buena oportundiad para echar una mirada al propio caminar, desde la infancia a este momento presente, y poder anotar las decisiones más importantes que se han tomado y cuál ha sido la experiencia después de asumir dichas decisiones. También se podría escribir: con base en qué elementos fueron tomadas, en quien o en qué fue puesto el apoyo, bajo qué condiciones se dieron. Puede ser incluso necesario considerar la magnitud de tal o cual tipo de decisión que figure mucho en este momento, si fue una decisión muy importante, si tuvo que ver con otras personas, si fue de tinte vocacional o de servicio a otros, si fue de tema profesional o de crecimiento personal.

Después de terminar de revisar dichas experiencias, ahora se pueden ver en conjunto y se puede uno dar la oportunidad, incluso, de dar gracias por lo vivido, porque todo ello, de un modo u otro, es lo que nos ha llevado ser lo que somos hoy, pues de algún modo somos también el resultado de esas decisiones. Este ejercicio sencillo nos puede servir como una guía para que la podamos poner en práctica cuando nos venga la necesidad de «reflectir» (reflexionar, meditar) sobre nuestra vida. El discernimiento nos ayuda también a ver el paso de Dios en nuestra historia desde una mirada nueva, desde la óptica de Dios.

Para iniciar un discernimiento espiritual, propiamente dicho, se debe saber que lo buscamos, en el fondo de las propias decisiones, es «buscar y hallar» la voluntad de Dios como principio que rige el propio andar. Por tanto, las preguntas guía son otras: ¿qué es lo que Dios quiere? ¿Qué decisión voy a tomar que coincida con la voluntad de Dios? De ahí que uno se mueva a tomar decisiones a la luz de Dios, incluso confrontándolas con Él y su proyecto.

Este proceso de elección en nuestra vida contiene lo siguiente: DIOS, quien es nuestro fin último, NOSOTROS con todo lo que nos conforma, el SILENCIO como un canal de comunicación interior, y las EXPERIENCIAS REALES del diario vivir. Discernir nos lleva a Dios, nos conecta y unifica a nosotros mismos y nos abre de una manera distinta a la realidad y a los demás.