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Foto del escritorLuis Ariel Lainez Ochoa

¿Es posible ser cristiano hoy?


En un mundo convulsivo y cambiante como en el que vivimos, el cristiano encuentra grandes dificultades para ser¸ para implicarse y convivir en la sociedad sin perder esa identidad que le ha sido conferida desde el inicio de su vida. En la borrasca de tantos nuevos movimientos sociales, corrientes de pensamiento e ideologías, a veces podemos sentir que el modo de vida del cristiano está hundido debajo de todas ellas y es demasiado complicado practicarlo.

Hoy, por ejemplo, bajo la bandera del empoderamiento se defiende a capa y espada los derechos de las personas contra las personas mismas; mi verdad es mía, siempre válida y siempre en condiciones de ser defendida, de ser escuchada, de ser impuesta. La tuya también, la de ellos también, pero no olvides la mía.

El Evangelio de este domingo viene precisamente a darnos luz ante estos aspectos del mundo moderno; los acontecimientos de los tiempos de Jesús probablemente poco han cambiado de los nuestros, el Maestro trata de que sus discípulos entiendan que el mal se seguirá perpetuando mientras uno de los actores no haga algo diferente contra él. No se trata de dejarlo ganar, sino de ver que siempre hay una senda diferente para resolver los conflictos de las relaciones humanas.

El modo de vida que Jesús nos propone no sólo aquí sino en cada parte de su Evangelio, es ese camino alterno que busca instaurar el Reino de paz y de justicia en el aquí y el ahora. Quizás este domingo sea un domingo crucial donde examinemos qué tanto lo que escuchamos y celebramos se traduce en acciones concretas cuando cruzamos las puertas del templo al término del rito.

Lo extraordinario a lo que nos invita la Palabra hoy, no tiene que ver con acciones sorprendentes y rimbombantes sino va más con tener la firme decisión de que nuestra vida ordinaria sea permeada desde las pequeñas acciones por lo que en este pequeño lapso del domingo hemos escuchado y asumido.

Lo extraordinario será constatar que es posible vivir como Jesús vivió, de que quizá sin darnos cuenta el modo de vida del cristiano no está sepultado, sino que late con fuerza dentro de mí, en mis manos que ayudan, en mi corazón que se compadece, en mi convicción de ser constructor de paz y de justicia.

Busco un espacio para estar con Jesús y poder sincerarme delante suyo sabiendo que me acepta siempre. Me pregunto: ¿dejo que la Palabra revolucione en mi interior mis conductas y maneras de pensar?, ¿creo que es posible ser cristiano hoy?


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1 Comment


vigomu03
Feb 20, 2023

Mi buen amigo, Luis Ariel ¡qué gran enseñanza nos dejas con tus reflexiones¡ En efecto, ser cristiano hoy plantea grandes retos de diálogo con el mundo contemporáneo que ha construido nuevas formas de entender el ser y el hacer del individuo y de la sociedad. Gran abrazo

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