¡El Señor está cerca!

“Voz del que clama en el desierto: Preparen el camino del Señor, enderecen sus senderos.” (Mr.1, 1-8)

El Adviento no es un tiempo litúrgico en sí mismo, sino que su razón de ser consiste en prepararnos para celebrar un acontecimiento mayor; su finalidad primordial es disponer nuestro corazón y toda nuestra persona para recibir al Señor Jesús que viene a nosotros en el misterio de su Encarnación y de su Nacimiento. Es por eso que, en el Evangelio de este segundo domingo, Juan Bautista nos centra en la esencia del Adviento: la preparación: “preparen el camino del Señor”. No puede ser de otra manera; el anuncio de que el Salvador llega, trae consigo la invitación a la conversión del corazón: “enderecen sus senderos”

Por otra parte, este pasaje evangélico subraya que la voz del precursor clama en el desierto. El desierto es visto en la Sagrada Escritura como el lugar de la tentación y del peligro, pero también, puede ser el ambiente propicio para el encuentro con Dios y con uno mismo; de este modo, el Adviento es el tiempo favorable para hacer silencio, mismo que nos lleve a la escucha, a la reflexión y al cambio de actitudes.

Llama poderosamente la atención la figura de Juan el Bautista que se describe en el pasaje bíblico de esta domínica: “Juan usaba un vestido de pelo de camello, ceñido con un cinturón de cuero y se alimentaba de saltamontes y miel silvestre.” Qué personalidad tan rara y a la vez tan cuestionante para nosotros, los hombres y las mujeres de hoy, amenazados por el consumismo, sobre todo en esta época pre navideña y para nuestra sociedad, muchas veces regida por la engañosa afirmación de: “cuánto tienes, tanto vales.” El profeta nos enseña que lo primordial es tener a Dios en nuestra vida y que lo demás es secundario.

Que en este santo tiempo de Adviento, el pregón de Juan Bautista resuene en nuestro desierto personal: ¡Preparen el camino, enderecen sus senderos, el Señor está cerca!

Reflexiona:

¿Cuál es la razón de ser del tiempo de Adviento? ¿Cómo he aprovechado este tiempo de confinamiento por la pandemia para interiorizar en mi vida personal? ¿Qué cosas o actitudes innecesarias me impiden un mayor acercamiento con el Señor Jesús? ¿Cuál es mi propósito para esta segunda semana de Adviento?