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Foto del escritorGabriela Hernández Cuevas

¿Crees en mi amor?




Cuánto nos cuesta un acto que pareciera sencillo como “creer”, nos cuesta porque es muy atractivo saber que podemos tener el control de todo en nuestra vida y cuando alguien nos propone abandonarlo y confiar, solemos decir “no gracias”, incluso al mismo Dios.


A veces cuesta creer en Jesús, porque lo que nos propone va contra toda lógica y sentido nuestros. Cuesta creerle porque muchas ocasiones nos guiará en el camino que va en dirección contraria de nuestros planes a futuro. Cuesta creerle porque en momentos todo parecerá obscuro y la esperanza brillará sólo como una pequeña vela.


En el Evangelio de este domingo, último de Cuaresma, muy cerca de iniciar la Semana Santa, el Señor nos propone un gran pasaje bíblico con una riqueza espiritual muy grande.


Como Martha y María, ante la muerte de su hermano Lázaro, nos situamos ante el dolor de perder toda esperanza y nos identificamos con su frustración por la “tardada” llegada de Jesús.


Cuántas veces no queremos decirle a Dios: “Señor, si tú hubieras estado aquí, esto no hubiera pasado”, “Señor, ¿no escuchaste mi oración?”, “Jesús, no puedo con este dolor, ayúdame”. Él nos responde con amor y con una invitación: “¿No te he dicho que, si crees, verás la gloria de Dios?”


Después de que Jesús dijo estas palabras a Martha y María, quitaron la piedra del sepulcro de Lázaro y éste recobró la vida. Creer en Dios quita toda piedra pesada que nos impide vivir, la confianza hace que todo impedimento se quede a un lado. Creer quita de nosotros las vendas que nos atan, nos oprimen y nos impiden ver. Creer nos devuelve la vida.


Creamos en el Dios que nos ama, en Jesús que cuida de nosotros, que llora con nosotros, que ríe con nosotros. Creamos en el amor que nos tiene, en su deseo de buscarnos, de amarnos cada día más. Creamos que él tiene el control de nuestra vida y que confiar en él resulta ser la mejor decisión.


Que esta última semana de Cuaresma, tengamos sentidos abiertos para percibir el amor de Dios en nuestro día a día. Pidamos al Espíritu Santo que nos dé el don de la fe para creer en la Palabra de Dios y nos de la valentía de soltar el control de nuestra vida, para dejarlo a él actuar.



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1 Comment


Griselda Rodriguez
Griselda Rodriguez
Apr 09, 2023

Después de leer y meditar estas 3 lecturas, escritas por seres tocados por el Espíritu Santo, nos queda el reto de creer, creer dejándonos llevar por las palabras de Nuestro Señor; despertando y convirtiendo la creencia en Fe. Fe en que todo está dicho y escrito para nuestra salvación, soltando lo humano por lo espiritual. Consagrándonos a Nuestra Señora, Virgen María, será nuestra Puerta del Cielo para llegar a Jesús, su único Hijo, Nuestro Señor; Ella, como buena Madre, será nuestro apoyo en el camino por recorrer, hasta llegar a la Tierra Prometida. Amén.


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