COCO: Tráelos nuevamente a tu corazón

Recuérdame, hoy me tengo que ir mi amor… Hace algunos años, en el tiempo en que la emergencia sanitaria aún no llegaba a nuestras vidas; las salas de los cines se vieron abarrotadas por miles de personas que escucharon la melodía de las primeras líneas. Disney daba una vez más en el blanco al capturar la atención de todo un país con Coco, una película animada para niños que al final de cuentas vieron tanto los pequeños como los grandes.

Indudablemente, Coco llegó para quedarse y ahora es una película clásica de esta época. Si nuestros niños vuelven a querer verla ¿desde dónde la volveré a ver?, ¿qué nuevas lecciones puede brindarme?

Es cierto que el filme tiene ejes temáticos amplios, profundos y diversos, sin embargo en esta ocasión se ofrecen solo tres puntos que nos pueden otorgar una visión diferente del mismo.

1. La familia. Quién de nosotros en estas fechas no viaja o ha viajado algunos kilómetros hacia el lugar de origen para poder estar juntos en torno al altar de muertos¸ en torno al calor del hogar y de esa convivencia que conecta con nuestras raíces. El pueblo de Santa Cecilia donde habita Miguel Rivera, ¿no es muy parecido a aquel pueblecito nuestro donde crecimos, jugamos y aprendimos tantas cosas? Volver al seno familiar, a la casa de los abuelos, al inicio de la genealogía es conectar con nuestras raíces, no olvidar de donde venimos, los valores que nos han guiado, las enseñanzas que nos han permitido alcanzar nuestros sueños. Conectar con la sencillez del hogar, con la naturalidad de la vida, con la vida acompasada y tranquila es siempre un respiro en el ajetreo de la vida.

2. Recordar: traer al corazón. Recuérdame fue el tema principal de Coco, aquella canción que logró que Mamá Coco uniera las piezas del rompecabezas que permitieran a todos entender la verdad de la historia; recordar en una de las traducciones más fieles de la palabra significa volver a traer al corazón. Por tanto los recuerdos no son simplemente imágenes impresas en la mente que por coincidencia aparecen en determinadas fechas; el recuerdo va arropado de amor y de gratitud. No vienen a nuestra memoria filminas de aquellos que se han ido, sino verdaderamente podemos sentir que ellos viven en nosotros, que su presencia late en nuestro corazón, incluso en nuestra piel.

3. El perdón. Coco está inundada de fiesta, canto, colorido y folclor, sin embargo al mismo tiempo la historia viene entintada con un panorama grisáceo de rencor y decepción. Héctor, se ha convertido en el antagonista gracias a una visión tergiversada y confusa que recibió la familia de Miguel y que ha sido heredada sin derecho de ser cuestionada o esclarecida. Será Miguel quien en el mundo de los muertos quien gradualmente conocerá la verdadera historia. Esta última parte pudiera resonar y movernos a reflexión con la historia de nuestra misma familia. ¿No hemos heredado enemistades, roces, distancias que realmente no comprendemos, pero aun así alimentamos? El perdón también es una manera de honrar a los que ya se han ido. Una forma incluso más perfecta que los rituales propios de esta época.