Basta que tengas fe
La palabra de Dios nos habla de distintas formas el día de hoy, iluminándonos, como siempre, con aquello que más necesitamos en estos momentos: la fe. Reflexionamos en el Evangelio de hoy dos casos de milagros en los que Jesús sanó a dos personas, ambas muy distintas, de edades diferentes, circunstancias e historias de vida distintas. En la primera, Jesús ni siquiera tuvo que volver la vista para que la persona fuese sanada: su fe lo hizo todo. En la segunda no fue fe la propia, sino la de su familia. En ambos casos hay un elemento en común, y es que las personas envueltas en aquellos milagros creyeron en Jesús, creyeron que Él era capaz de sanarlos, no como una posibilidad, sino como una certeza.
El día de hoy, en mi vida ordinaria, ¿con quién me identifico según el Evangelio? ¿Con los discípulos? ¿Voy al lado de Jesús, siendo testigo de los milagros que hace por los demás? ¿Con el gentío que busca un milagro? ¿Me acerco a Él únicamente buscando sanarme, o algún beneficio que pueda obtener de Él por mis necesidades actuales? ¿Soy acaso, como la familia de la hija de Jairo, pidiendo con fe por mis familiares? ¿O soy aquella persona que simplemente sabe que con un contacto con Jesús, quedaré sana? ¿Con qué tanta fe busco al Señor?
Jesús repite la misma premisa: “No temas, basta que tengas fe”. Ante mi enfermedad, ante mi necesidad, ante mis familiares que sufren, ante mis propias angustias, el Señor me llama hoy a no temer, sin importar las dificultades que tenga el día de mañana o las preocupaciones que aquejen mi corazón el día de hoy. “No temas”, nos dice insistentemente no sólo en esta sino en varias ocasiones en su Evangelio. Nos recuerda que lo único que necesitamos es creer, pero hacerlo con una fe y entrega total a aquél que sabemos nos ama incondicionalmente.
En el día de hoy, en las preocupaciones de hoy, en los planes y proyectos de hoy, no busquemos tenerlo todo. Y que mañana, al levantarnos y mirarnos al espejo, podamos decirnos a nosotros mismos, en recordatorio de lo que Jesús nos dijo: “basta que tengas fe”.
Amén. Bendiciones para todo el blog.